¡Pokerlogia les desea un muy feliz inicio de año!
Este 2015 ha tenido mucho para contar, fuera y dentro de los paños. En términos exclusivamente de poker, que es nuestro palo y dominio, todo ha sido rutilante y emocionante, con acción continua y eventos de todo grosor día tras noche. El 2015 nos deja atrás grandes anécdotas: el primer brazalete argentino cosechado por Iván «Negriin» Lucá, las intensas andanzas del muy querido Daniel Negreanu en el Main Event hasta su dolorosa caída en el 11º lugar, sorpresivas desventuras de pros como el gran Phil Ivey en los paños virtuales, el desembarco del Colossus; el torneo más grande en vivo de la historia y múltiples campeones de LAPT; CAP, EPT y más que tanto nos mantuvieron en vilo. Como siempre, los hemos acompañado con estas y más noticias destacadas, novedades y curiosidades de este mundo que tan rápido evoluciona, y lo seguiremos haciendo para este nuevo año que arranca.
Para este 2016 esperamos seguir pudiendo disfrutar de este tan atractivo deporte, que los triunfos sigan siendo conquistados con la bandera argentina y latinoamericana y que se cumplan todos los propósitos para dentro de las mesas como para fuera, manteniendo siempre el EV en positivo y por sobre todo disfrutando al hacerlo.
¡Pokerlogia les desea un gran comienzo de año, con la esperanza de que las buenas noticias nunca dejen de llegar y a la par vivamos la continua historia en desarrollo de este maravilloso juego!
Les dejamos este hermoso y contundente poema de Rudyard Kipling como epílogo para este 2015. ¡Nos vemos el año que viene, siempre acá!
Si (Rudyard Kipling)
Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria…
Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas…
Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice «!Continuad!».
Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.