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Columna NicoBet: Mil horas (2)

El título de esta entrega hace un poco de énfasis en lo que a mi semana respecta. El lunes anterior con el lanzamiento de la primera entrega de esta columna me dispuse a explicar un poco mis inicios y mi actualidad en lo relativo al póker. Sin embargo esta semana que transcurrió dejó mucha tela para cortar.

Llegado el día miércoles me propuse volver a las mesas de Tigre, mi lugar de trabajo por excelencia, donde más cómodo me siento y donde más horas paso jugando. Durante la semana pude vislumbrar varias altas y bajas, claro ejemplo fue el día inicial, justamente el miércoles, donde me ví perdiendo $4.500 en cuatro horas, un resultado difícil de levantar en lo inmediato, aunque ese día me comprometí a hacerlo, o por lo menos a no cometer errores en lo que restaba de la sesión.

El resultado final fue break even ($0), es decir levanté la derrota de ese día y pude irme exactamente con el mismo dinero con el que llegué, lo cual en mi cabeza fue más que una victoria.

Decidí ir el jueves también, pero lamentablemente no pude despegar en ningún momento y la conclusión fue que en las pocas horas que jugué todo vino mal barajado y no pude hacer la diferencia. El resultado fue una derrota por $1.600.

Estos dos días seguidos que no pude conseguir una diferencia monetaria, llegué a la conclusión de que no podía perderme el viernes del Tigre, día en que el Poker Room explota y se llenan las 4 mesas disponibles y la acción rebalsa.

Luego de 8 horas de juego y faltando sólo dos para cerrar el día me encontraba ganando un poco más de $5.000, una victoria rotunda. Desafortunadamente en ese último bastón de 2 horas no tuve mucho movimiento y perdí un cruce grande con par doble mayor que decidí no largar, por lo cual sólo terminé ganando $3.300; no es un mal número pero por como se dió el día me quedó un sabor agridulce.

Llegado el sábado surgió la disyuntiva de ir a laburar o no, ya que me había levantado bastante tarde y estando la posibilidad latente de salir con mis amigos a la noche, no me resultaba conveniente realizar todo el viaje hasta Tigre para no quedarme toda la noche, por lo cual la decisión fue ir al Casino de Puerto Madero.

Estando allí jugué pocas manos, un par de errores menores me hicieron arrancar la sesión abajo, y nunca tuve la opción de volver al dinero ese día. Jugando 5 horas el resultado parcial era una derrota de $2.300, por lo cual tenía pensado quedarme toda la noche allí a ver si venían los naipes para recuperar algo de lo perdido. Sin embargo uno de mis mejores amigos con los cuales iba a salir esa noche logró convencerme de unirme a la salida y abandoné el barco para irme a bailar con una derrota en el hombro.

El domingo me dispuse a jugar dos torneos de PokerStars, el Sunday Warm-Up y el Sunday Million, ambos dos de U$ 107.50 con una bolsa de premios astronómica debido a la cantidad de jugadores inscriptos (el SM contó con más de 20.000 players), pero desafortunadamente no pude entrar en cobros en ninguno de los dos.

El día de ayer fue el día más curioso de todos. No suelo ir a jugarlos lunes, generalmente es mi día de descanso pero me sentía con ganas de agarrar un poco de continuidad y también sentí que ya que en toda la semana las cartas no me acompañaron, podían hacerlo este día para marcar una diferencia.

Cito la palabra ‘curioso’ por que el resultado del día lo fue. En realidad no el resultado en sí, sino en la manera que se dió.

Resumiendo, el saldo del día fue +$3.000, que los pude facturar en sólo dos manos grandes que pude ganar que comparto a continuación, que tienen un detalle interesante que retrata perfectamente lo que es jugar en el Tigre.

En mesa $10-$20 recibo 10 8 de corazón en Ciega Chica con la mano de limp.

Completo $20, pote de $120.

Flop A K J, un corazón.

Check, y todos check.

Turn Q de corazón.

Decido hacer check con las nuts y el proyecto a color, aunque pensando que con tantos jugadores en parada puedo estar empatando tranquilamente.

El jugador del botón, apuesta $70.

Es mi turno de hablar. Pienso que él no va a apostar otra cosa que no sea el 10, pero como lo peor que me puede pasar en esa parada es empatar (pienso que saliendo un corazón el pozo es mío) decido aumentar una suma bastante fuerte para que me pague empatando con chances de perder, o se juegue con las nuts y yo pueda ganar con un corazón en el river.

Aumento a $300.

Paga.

Aquí ya estoy convencido que tiene otro 10.

River 7 de trébol.

Estoy a punto de pasar, pero saqué dos conclusiones. En el tigre no hay comisión, así que si apuesto y me paga con la misma mano, es lo mismo que pasar y pasar; por otra parte noté que mi rival era un jugador sumamente inexperimentado por lo que pensé que, tal vez (aunque muy improbablemente) si yo me juego, él iba a quedar desorientado y podría de alguna forma no saber que el 10 es nuts y foldear su mano.

Voy jugado por $2090, y el contrincante me paga en el acto.

Pote $4920.

Muestro mi mano esperando dividir el pozo, ya tomando mis fichas apostadas en la última calle para realizar la repartición.

Mi contrincante muestra su mano y el asombro de toda la mesa no se hizo esperar.

Acusa par de 2 en mano, pensando que poseía una escalera inexistente con las cartas ‘J Q K A 2’.

Quiero aclarar que esta mano es real, y la aclaración vale por que si me la cuentan a mí, sin verlo me costaría creerlo.

Aquí no termina, tres manos después, el jugador en cuestión, habiendo recargado $1.500 pesos en la mesa se encuentra disputando otra mano conmigo.

Con las acciones ya llegadas al turn, en un board de 3 5 6 al flop y un 2 en el turn, con un pozo mínimo de $140, decido apostar $120 en semibluff con 78 (proyecto a escalera máxima) desde el botón, apuesta que es igualada solamente por el mismo jugador de la mano anterior.

River 4. Nuts total.

El jugador sale mandando $300.

Yo voy jugado por su resto de $1.600 apuesta que me paga al instante.

Yo acuso mis nuts, y el personaje dice ‘Escalera al as’. Yo asombrado miro sus naipes, A 10.

Él explicaba que su escalera es mayor por que su escalera comienza con el as (ciertamente el as no jugaba por que su acuse real fue el paño, ‘2 3 4 5 6’).

Como podrán apreciar, el Tigre es uno de los mejores lugares para jugar. Tiene estas cosas, algún jugador recreativo dispuesto a regalarte su dinero en un abrir y cerrar de ojos, pero hay que estar en el lugar indicado con las cartas indicadas, en el mejor lugar debajo de la piñata para agarrar los caramelos.

En esta semana también tuve un hecho que marca un desarrollo en mi carrera, pude llegar a las mil horas de juego desde que me dedico a esto hace ya casi un año.

Vamos por mil más!

Nico ‘magocapria27’ Betbesé

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Fernando Gatto

Content Planner & Community Manager - LATAM. Con más de 17 años informando sobre todo lo que pasa en el mundo del Poker en español. Desde 2006 trabajando con programas de afiliados de Poker y monederos eletrónicos. Desde 2008 presente en SAGSE y participando en EG PowerLatam - Desde 2009 cubriendo en vivo la WSOP - Serie Mundial de Poker en Las Vegas - 2009/2010 CEO y Director de la Revista Pokerlogia - 2011 Colaborador en la Revista CardPlayer - Desde 2009 hasta hoy CEO de Pokerlogia.com - Desde 2019 hasta hoy creando contenidos y manejando las Redes Sociales de 888Poker para LATAM.

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