Hace poco Shaun Deeb soltó una bomba en un podcast con David Tuchman, en el que además de hablar de su presente y futuro pokeril, decidió revelar jugadorePokers que le deben dinero y no lo han devuelto aún. Uno de los acusados por Deeb es Eli Elezra, conocido pro que ha participado en ediciones del Big Game, Poker After Dark y que es dueño de 3 brazaletes de la WSOP.
La corriente de mandar jugadores al frente ha iniciado con una editorial de Phil Galfond donde acusó a un jugador en particular de robarle el dinero a la gente. Al parecer, Elezra le debe a Deeb $52,500 y no parece muy interesado en devolverlos, incluso vendiendo su mansión multimillonaria en Green Valley y siendo dueño de varias empresas. Deeb lo comparó con Erick Lindgren y Chino Rheem, otros jugadores que han pasado por el foco tras evitar deudas. Deeb también acusó a Alexander Kuzmin y al ruso Artem Litvinov, que al parecer le debería algo más de U$S 300.000.
La verdadera pregunta es ¿por qué algunos pros son tan descuidados con el dinero y prestan sumas tan grandes indiscriminadamente a jugadores que no son de su absoluta confianza? La respuesta más lógica parece ser que lo hacen por su propio beneficio: le dan más dinero a un jugador que no tiene en el momento para que siga en la mesa, se lo quitan en la mesa de manera legal y bonita, y luego pueden seguir cobrando la deuda. O si lo pierden ante ellos, lo pueden descontar.
Galfond aclaró en su editorial que aquellos estafadores se distinguen por dos cosas: ser muy buenos en lo que hacen y mantener su reputación intacta. Este último punto puede ser efímero, ya que si más jugadores se suman a la corriente nos podemos enterar de más historias de estafas y revelar a los verdaderos fraudulentos del juego.
Foto: CardPlayerLifeStyle.com