Revista N°5 – El póker y el machismo
SECCION: COLUMNISTA ESPECIAL
TITULO: El poker y el machismo
Por: Rodrigo Garcia Lussardi
La historia del poker fue evolucionando a lo largo de los siglos y se cree que el juego que hoy conocemos es una mezcla de las influencias de varios juegos de épocas anteriores.
Si miramos hacia atrás en el tiempo, podremos encontrar varias posibles ascendencias Empezando en China, en el año 969 D.C., cuando el Emperador Mu-tsung jugaba con su esposa al juego conocido como «Dominó de cartas». Cerca del siglo XIII los egipcios jugaban un «Dominó» más avanzado.
En la España renacentista se jugaba al «Primero», un juego que más tarde en Francia se transformó en «poque» y en Alemania «pochen»(golpe). En el «Primero» se repartían tres cartas a cada jugador y se llevaba a cabo mediante el bluff y las apuestas. Este juego data de 1526, comúnmente se dice que es «la madre del poker» y que es la versión más parecida a lo que es hoy en día.
Los colonos franceses llevaron el “poque” a Canadá y Nueva Orleans y lo extendieron a lo largo del río Mississippi.
En los Estados Unidos, en el período del «Wild West», al entrar a un bar de cualquier ciudad, lo primero que se podía encontrar era una mesa de poker. El juego pasó a ser extremadamente popular en la época de la Guerra Civil, de hecho los soldados de ambos bandos lo jugaban. La influencia Europea en el juego, tuvo su fin en el 1875, cuando se introdujo una nueva carta: el comodín, más conocido como el Joker. Con esta mezcla de palabras queda instalado el poker.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Poker Caribeño obtuvo el trono como la variación de poker más popular y mantuvo esa posición por aproximadamente 40 años, con la ayuda de la creciente industria del casino y juegos de azar en Las Vegas.
El Texas Hold’em, bautizado como el «Cadillac del Poker», se alzó a la fama en la década del 70, cuando formó parte de la Serie Mundial. Hoy en día, indiscutiblemente es la variedad más elegida y popular del mundo, jugada en casinos, mesas caseras e Internet.
Luego de este repaso, podemos observar dos cuestiones:
1) Si tenemos en cuenta los momentos clave, donde se practicaba este juego (Guerra Civil, Lejano Oeste y diferentes guerras donde lo practicaban los soldados) entenderemos que siempre fue un juego practicado por hombres y, de alguna u otra forma, estuvo relacionado con la violencia. De hecho es muy común ver películas de Western donde las partidas terminaban en duelos a muerte y es exactamente por ese motivo que defino al poker como machista.
Lo grave es que algunos jugadores todavía creen que vivimos en aquellas épocas y que en una mesa uno puede ganar gritando o amenazando.
Estos mismos son los que en general pagan jugadas de lo más estúpidas, solo porque es un macho bárbaro. Por suerte en el poker de hoy se siguen encontrando, y a montones, este tipo de personajes. Lo único que consiguen es que alguien, más vivo e inteligente, los deje con sus billeteras suplicando piedad.
2) En aquellas épocas las mujeres no solo tenían prohibido jugar, en realidad tenían prohibido casi todo, es por eso que recién ahora conocemos algunos casos de mujeres que se dedican a este deporte, aunque todavía les falta mucho camino por recorrer. Si bien las armas para conocer esta disciplina están disponibles tanto para hombres como para mujeres, la sociedad todavía no esta preparada -ni ellas tampoco- para afrontar el desafío. De hecho los números indican que de cada 40 participantes de un torneo, solo uno es mujer. Estoy planteando una realidad, bajo ningún punto de vista estoy discriminando. Los hechos son así y seguirán así por un largo tiempo.
En conclusión, amigas y amigos, a los hombres que se reconocen en este artículo, traten de intimidar menos y leer más, aunque por su forma de jugar dudo que lean algún artículo (mejor para nosotros que podemos seguir sacándoles ventaja) y si alguna mujer está leyendo, evidentemente ya está metida en este mundo y sabe perfectamente que en este juego ambos estamos en igualdad de condiciones.