«El Diablo me hizo apostar»: obligado a pagar U$S 2 millones al Casino
El problema de la adicción al juego es seria, pero eso no exime siempre a aquellos que la sufren. El caso de Safa Abdullah Al-Geabury se hizo notar luego de que expusiese ante un juez por una deuda de U$S 2 millones al Casino Ritz de Londres.
El hombre defendió su caso, mencionando que no debería pagar la deuda extraordinaria, ya que es un adicto al juego y el Casino lo «dejó seguir jugando cuando era evidente que no debía», habiendole aclarado al Casino que tenía un «serio problema cerebral». El acusado, de nacionalidad suiza, también acotó que «el diablo lo llevó a apostar» y que «está enfermo». El juez debía musitar acerca de la capacidad del apostador, su lucidez y conocimiento del acto. Su sentencia no le fue favorable, mencionando que la situación de adicción no había sido clara para el casino y por lo tanto funcionó como una excusa para un manejo de dinero irresponsable. Poca simpatía.
Varias ocasiones han habido de luchas y litigios para evitar pagar a Casinos deudas de juego, sea por intoxicación, uso de drogas o incluso excusas como sonambulismo. Y aunque la adicción sea un problema que no se puede dejar pasar de largo, los Casinos parecen tener una ventaja absoluta cuando se traslada a tribunales.