Historias de la WSOP 2009: Parte 1
Artículo original de la Revista Pokerlogia N°1 impresa, donde Marcelo "Stones" Betbesé cuenta historias sobre la WSOP 2009.
Esta sección es de Historias de la WSOP 2009, titulado «Al Main Event en 60 horas», primera parte escrita por Marcelo «Stones» Betbesé.
Un sueño
Uno de mis sueños era conocer Las Vegas. Pero era difícil concretarlo porque mi bankroll en el poker aún no daba para semejante inversión y porque en el caso de que la experiencia no fuera positiva, mi economía iba a quedar seriamente resentida.
Pero un día, hablando con Juan Zubiri ambos coincidíamos que dependíamos del otro para ir juntos. Y así fue que tomé la decisión de quedarme durante un mes en Buenos Aires (yo vivo en Brasil) y dedicarme todas las noches a jugar mesas en vivo de poker. En diferentes lugares, con dos propósitos: ver si podía aumentar mi caja y saber realmente en qué nivel estaba parado respecto de los torneos en vivo, porque mi experiencia mayormente era por Internet.
En un poco más de un mes mis ganancias fueron de $ 23.000, haciendo más o menos 10 horas por día de juego. Casino Mar del Plata y Casino Conrad de Punta del Este fueron los lugares en donde más jugué.
¿Una buena decisión?
Pero fue en ese momento que, junto a mi compañero de viaje, decidimos comprar un paquete a Las Vegas, que incluía ticket aéreo, estadía en el Planet Hollywood, all-inclusive, traslados y la entrada al último satélite para el WSOP 2009 Main Event, que clasificaba a uno de cada ocho: 3200 dólares fue el precio pagado por cada uno.
En ese momento no sabíamos el error que estábamos cometiendo al elegir esa promoción, sin haber averiguado los antecedentes de quien lo vendía. Todavía nos está devolviendo nuestro dinero en cuotas: todo lo prometido era falso. Lo único verdadero era el ticket de avión, que servía, previa escala en Dallas, para llegar a Las Vegas el domingo 28 de junio.
La limusina prometida en el paquete no estaba y la reserva en el Planet Hollywood sí, pero supeditada a que mandasen el dinero antes de nuestra salida, de lo contrario nuestras tarjetas de crédito deberían responder a los gastos ocasionados.
En ese momento nos dimos cuenta de que nuestra inscripción al satélite que empezaba al otro día, con valor de 1500 dólares (incluida dentro del paquete), estaba en peligro.
La WSOP se realizaba por completo en el hotel Rio, un taxi nos llevo hasta allí. En ese momento me di cuenta de la magnitud de este evento, el más grande del mundo.
Estadía en Las Vegas
Miles de personas, miles de mesas, pantallas gigantes, todo relacionado al poker, fue un momento muy fuerte, una sensación difícil de explicar, estaba en el lugar que siempre había soñado. Como sospechamos, nuestra inscripción al satélite no estaba hecha y tampoco nos podíamos anotar en ese momento, porque el torneo tenía un máximo de 3000 lugares disponibles, y ya no había cupos.
¿Se podía empezar peor nuestra estadía en Las Vegas? Sí. Para terminar el día, cometí el error de sentarme a jugar mesas vivas, en el momento y el lugar incorrectos.
Mi cabeza estaba más en todos los problemas que nos habían recibido y el hotel Río no era precisamente el lugar indicado para mi debut en la ciudad del pecado. Si había un lugar con tiburones era ese. Fueron nueve horas con un resultado negativo de 1000 dólares.
Era el momento de parar la pelota, de tomar decisiones, de tener la cabeza fría. Había salido de Buenos Aires con 12.815 dólares, de los cuales 5000 eran prestados, con la ilusión de entrar al Main Event con el clasificatorio que ya no tenía, con los gastos de hotel que seguramente iba a tener que pagar, y ya con 1000 dólares menos que había perdido en mi primera experiencia.
The Main Event
Si me quería anotar por mi cuenta en el Main Event (jugarlo era mi gran objetivo de este viaje) tenía que pagar 10.000 dólares, pero me quedaba sin dinero para jugar las mesas. El evento principal comenzaba el 3 de julio, pero hasta el 5 había tiempo de anotarse.
Entonces decidí poner la cabeza en blanco y jugar todas las horas posibles de poker y ver dónde quedaba parado en los futuros cinco días.
Recuerdo estar sentado con Juan (a quien llamo “el profe”), mientras cenábamos en el Planet Hollywoood, después de volver del Río y en ese momento tomé conciencia de que estar en Las Vegas era un privilegio y que dependía de mí dar vuelta la historia. La clave era empezar de cero, no buscar la heroica, e ir sumando de a poco.
Los siguientes tres días, a un promedio de 20 horas por día, jugando en el Planet Hollywood levanté los 1000 dólares que había perdido.
Dormir bien, un factor importante
Fue así, dormí seis horas para reponerme y arranqué. Los siguientes tres días, a un promedio de 20 horas por día, jugando en el Planet Hollywood levanté los 1000 dólares que había perdido.
Ese era mi primer objetivo, y al lograrlo confirmé que estaba por el camino acertado.
Con la moral alta, la madrugada del 2 de julio tuve la suerte de cruzar a dos mexicanos en la única mesa que estaba abierta en el Planet Hollywood.
Uno de ellos era muy agresivo y prácticamente entraba en todos los pases. Después de dos horas de juego comenzó a tildarse e incluso tuvo varias manos que jugaba all-in ciego.
Comencé a bajar los parámetros de entrada y cuado ya era de día le había sacado unos 2000 dólares. En sí toda la mesa le había ganado, pero yo fui el que mas arriesgué jugando contra él y el que más me llevé.
En el Planet Hollywood lo máximo que podés subir a la mesa son 300 dólares. Eso me favoreció, porque yo aprovechaba para arriesgar cuando él venía de quedar en cero y recargaba los 300.
Una posible derrota no me lastimaba demasiado, era más cuidadoso cuando él lograba tener cajas de 600 o 900.
En sí esa fue mi estrategia y dio resultado.
Cuando se fue el maniático, conté mi stack y tenía 2800 dólares arriba de la mesa. Ya era medio día y decidí aprovechar la racha positiva y seguir: en total fueron 60 horas de juego seguidas y llegué a los 4400 dólares de ganancia.
60 horas
Hacía 60 horas que no dormía, pero era mi momento, no lo podía dejar pasar. Subí a la habitación, completé lo que faltaba para los 10.000 dólares de inscripción, me fui al Río y me anoté en el Main Event.
Recuerdo estar junto al “profe” Zubiri, que no se anotó, y sentir en él la misma emoción que estaba sintiendo yo. Antes había averiguado el tema de los impuestos que te descuentan en el caso de premiar.
Te sacan el 30%, pero ciertos países tienen convenio con Estados Unidos, que eximen del pago del impuesto, porque cada uno lo paga en su país.
Es el caso de España (tengo la doble nacionalidad), entonces al anotarme con pasaporte español, no me retenían nada en caso de cobrar. Este fue otro detalle positivo para decidir anotarme y el que me hizo pensar en esto fue el argentino Damián Salas, al cual le quiero agradecer la buena onda que tuvo conmigo en todo momento. Lo destaco porque no es habitual que alguien ya consagrado te trate de igual a igual como lo hizo él.
Al otro día, domingo 5, a las 12, era mi debut en el Main Event de la WSOP 2009. Había que dormir y estar preparado.
Calculo que si no llevase tantas horas sin descansar, me hubiese costado dormirme por la emoción que tenía, pero apenas toqué la cama me desmayé…
Espero hayan disfrutado del relato y que algunos de los datos que doy sirvan para otros aventureros que decidan probar suerte en la meca del poker. Esta historia continuará en el próximo número de PokerLogia, donde les contaré mi actuación en el Main Event y los días posteriores de esta gran aventura que me tocó vivir.
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