A lo largo de más de once siglos, el juego del poker ha evolucionado a través de un amplio espectro de civilizaciones.
El origen
Algunos atribuyen el origen del juego a la Dinastía Sung China del siglo 10, mientras que otros apuntan su comienzo al juego Persa llamado “As Nas” que se remonta al siglo 16.
A través de la historia, el juego ha variado considerablemente, no obstante, los conceptos básicos de la estrategia psicológica y el rango de cartas siempre han permanecido a lo largo de su evolución.
Dicho todo esto, me pregunto cómo es posible que en 2012, en Quiroga, Beto invente escaleras de cuatro cartas, y Gastón acuse “pares triples” bajando 2-2 en un board que entrega KK9-9-A.
Puno trajo el reglamento y yo les conté la historia milenaria del juego, pero se excusan alegando no ser nacidos en esa época. De hecho, Beto trajo al club su D.N.I para certificar su contemporaneidad. Sobre el reglamento prefieren no hacer declaraciones, dicen.
Lo de Gastón es más grave, ya que desconoce el juego a pesar de competir cinco veces por semana durante los últimos tres años.
Pero que se entienda bien: lo “desconoce”, es decir: Lo ignora, lo niega… un espejo claro de esto es su fetichismo por el 8-5.
Fan del 8-5
Con sólo recibir esas cartas su sonrisa proyecta una felicidad real, comparada con la de un padre en el nacimiento de un hijo, o el rencuentro con un gran amor.
Obviamente la mayoría de las veces pierde con ellas, pero siempre va a recordar las ganadas, y es incuestionable ya que suele enfrentarse a monstruos como par de Ases o Ases cortejados por Reyes y Reinas. Que hacen épica la situación, destrozando la ley de probabilidades y el orgullo de los fundamentalistas de la estrategia organizada.
Sin embargo, si uno logra elevarse y tener una visión periférica del asunto, puede observar claramente que este tipo personajes están tan arraigados al juego como el rango de cartas y la estrategia psicológica.
Ni Betos ni Gastones
El mecanismo se volvería sombrío y ostentaría una imagen fría y antipopular como la del ajedrez. Que puede ser fabuloso e interesantísimo; pero carente de lo que en esencia, es el poker: Un deporte que reúne a las personas para que interactúen cada uno con su temperamento humano, dejando al desnudo las miserias y llegando a la cima con las esplendideces.
Porque en el poker uno se juega la vida. Y como en la vida, ningún resultado se elige enteramente; sólo se emplean maneras, y ninguna asegura un resultado.
Lo que si cabe destacar es que en su día todas ganan. Y si bien no es un dato revelador que el 8-5 logra chapear seguido, tengo que decir que en Quiroga, más de una vez, gana la escalera de cuatro cartas. Ya sea por juego máximo o por desentendimiento de las reglas.
Yo elijo creer que es parte de la evolución. Que todo se da por una tendencia de la cultura moderna.
Y al que sueña con un juego completamente pensado y racional, con movimientos ultra sofisticados, le aconsejo que juegue al ajedrez, o en su defecto al “As Nas” Persa.
P.D.: Retiro el consejo.
Beto acaba de anotarse en la Liga Argentina de Ajedrez y Gastón dijo que “en el otro”, pero alguien lo corrigió y definitivamente no entró en el “AS NAS PERSA”, sino en un juego yanqui llamado “ASS LOOSE” (culo suelto) donde le serán de poca utilidad el 8-5 mientras esté rodeado de robustos marineros acechantes.