Entender cómo la gente te percibe en una mesa de poker, es a menudo tan importante como saber qué cartas jugar.
De hecho el ajuste más importante que estuve obligado a realizar para vencer a los mejores jugadores del mundo fue evaluar cómo mi juego afectaba mi imagen.
Este es un ejemplo extremadamente sencillo para ilustrar mi punto. Digamos que, en un lapso de quince minutos, te han atrapado haciendo un bluff cuatro veces.
Si tus oponentes son un poco perceptivos, se darán cuenta de la tendencia. Los próximos engaños serán mucho menos efectivos. Este hecho, te beneficiará o te perjudicará dependiendo de qué tan bien ajustes tu imagen.
Tus errores cuando bluffeas harán que te paguen con manos más débiles. Esperarán que lo sigas haciendo.
Cuando tengas una mano muy fuerte no deberás hacer nada rebuscado para asegurarte de que no foldeen.
Pero, por otro lado, tendrás que tener en cuenta que te pagarán tus bluffs más a menudo por lo que deberás ser más sólido y esperar mejores cartas iniciales.
Hay pros y contras de ser etiquetado como un “bluffero loco”.
No podrás robar más pozos que de otra manera podrías haber obtenido con una pequeña apuesta. Pero, al mismo tiempo, obtendrás valor completo por tus manos fuertes. Como podrás ver, aunque tu imagen en la mesa esté establecida, podrás hacer ajustes para explotarla a tu favor.
Aquí hay otro ejemplo: vienes jugando por cinco horas y no te han tocado buenas cartas. Haces un fold tras otro, aparentando jugar de manera muy conservadora. Las pocas manos que has jugado fueron muy poderosas.
Este estilo de imagen tight conservador también tiene sus pros y sus contras. Tus oponentes se darán cuenta de que juegas como el “Peñón de Gibraltar” y que cuando apuestas usualmente tienes una mano monstruosa.
¡Usa esa imagen en la mesa para tomar ventaja y robar pozos enormes! Como consideran que sólo juegas las nuts, tus apuestas serán muy respetadas. Perderás un poco de valor cuando tengas una mano fuerte, pero compensarás cuando tengas una débil y hagas un bluff en un pozo gigante.
Otros comportamientos también tendrán impacto en tu imagen. Digamos que has tenido una racha exitosa y vienes ganando cada pozo que juegas. Tus rivales empezarán a tenerte miedo y pensarán: “Dios, este tipo tiene mucha suerte”.
Tu racha positiva y tu estado mental comenzarán a molestar a los jugadores que vienen perdiendo demasiado. Esta es una excelente imagen para cultivar, y hará que tus oponentes, frustrados, cometan más errores.
Por el contrario, si vienes con mucha mala suerte, perdiendo cada pozo en el river, tus oponentes tratarán de tomar ventaja.
Asumirán que estás tildado porque vienes perdiendo demasiado. Eso les dará más confianza. En este caso, no dejes que vean que estás sufriendo y no te quejes o llores. Nunca deben saber que te está afectando.
Refuerza tu imagen de “suertudo” y mantendrás ventaja psicológica sobre tus rivales. Daniel Negreanu.
Cuando te estén venciendo en todas las manos, simplemente necesitas respirar hondo y apartarte de la acción por un rato.
En cambio, cuando ligues buenas cartas y tu imagen en la mesa esté funcionando, debes intentar explotarlo, tratando de que todo el mundo sepa cómo te sientes. Di algo como: “¡Dios, hoy estoy conectando todas las manos, las cartas siguen viniendo y viniendo!”.
