Fin del viaje. Qué decir de mi quinto viaje por tierras asiáticas. Fueron 35 días de duro trabajo, más de 370 horas de grindear las mesas cash de Macao para un buen resultado, que firmaba sin dudar antes de iniciar el viaje.
Los 65 dólares por hora quedan un poco lejanos de aquellos más de 100 que se podían lograr 3 años atrás. Pero hay que ser consciente que el nivel fue creciendo y que las ballenas de aquel entonces van desapareciendo.
Desde que comencé con este arduo trabajo que es ser jugador profesional de Poker, aprendí a mirar siempre la mitad llena del vaso y no la vacía, por eso vuelvo conforme con mi esfuerzo y valoro el número logrado.Queda para el recuerdo la sesión de +18 k ( mesa 6/12) en 36 horas, un día soñado, donde fueron todas buenas decisiones y un juego casi perfecto.
Lejos de casa
No me canso de decir que cruzarse el mundo, en busca de lugares donde aparezcan situaciones ventajosas, no es para cualquiera. Mis primeros viajes en soledad, allá por el 2009 -a pesar de no ser tan lejanos en distancia- eran durísimos sobre lo anímico, aunque los resultados fuesen buenos. Últimamente tengo la suerte de compartir mis travesías con un grupo humano que no tiene desperdicio y hace que se pueda disfrutar mientras se trabaja.
Los pibes uruguayos, Seba y Guille Ebbero, el gran Moure, el Villano Duarte y La Cavi más el Gallego de Quebraditos y mi hijo Nico. Nos hacemos sentir unos a otros que no estamos tan lejos , que siempre va haber alguien en quien apoyarse en la mala o compartir la alegría de la buena. Ojalá podamos compartir muchos más viajes como este, y que todos podamos seguir creciendo en lo profesional.
Mi próxima parada será la WSOP (Las Vegas), mi octava consecutiva, en busca de meter la bomba soñada en el Main Event. Quien dice que no sea este el año.
Abrazo y buenas decisiones. ¡Seguí siempre las aventuras de Marcelo Stones en Pokerlogia!
